sábado, 17 de diciembre de 2011

Conciencia, inteligencia, Chatbots y una recomendación


Haciendo eco de una de las recomendaciones de Martín Bonfil en su blog La Ciencia por Gusto (http://lacienciaporgusto.blogspot.com/2011/12/tres-libros.html), voy a recomendar un libro que no he leído pero del que he escuchado excelentes referencias. Ya tengo algo que hacer con mi tiempo libre en 2012. El libro en cuestión es Gödel, Escher, Bach: una eterna trenza dorada(http://es.wikipedia.org/wiki/G%C3%B6del,_Escher,_Bach:_un_Eterno_y_Gr%C3%A1cil_Bucle), de Douglas Hofstadter(http://es.wikipedia.org/wiki/Douglas_Hofstadter).
En realidad, antes de leer el post de Bonfil, ya tenía una referencia de este libro por medio de la introducción que para el mismo hace Enrique Ganem en su programa “El Explicador” y que puede escucharse en los siguientes enlaces:

La cuestión es que el texto trata, entre muchas cosas, del tema de la conciencia, y éste tema es uno de mis favoritos. Empecé a pensar en esto cuando leí “La mente nueva del emperador”,de Roger Penrose, libro que trata de responder la pregunta de si la mente humana es una computadora equivalente a las computadoras actualmente existentes, sólo que con un algoritmo que le provee de las características que distinguen a la inteligencia humana: voluntad, autoconciencia e intuición. El libro incluso pretende haber establecido una respuesta casi definitiva a la pregunta planteada.

Sobre el tema de la inteligencia artificial, definitivamente no soy experto, pero noto que su manifestación más popular al momento está accesible al público en los chatbots (http://www.chatbots.org/) que existen desde hace más de 10 años. Antes de los años 90 ya existía el programa Eliza (http://en.wikipedia.org/wiki/ELIZA), con el que se podía platicar aunque era algo desesperante (algo así como la conversación entre Tom Cruise con Dustin Hoffman en la película "Rainman"). Funcionaba con un código de respuestas esperadas según la estructura gramatical de la pregunta y una base de datos de conceptos. Después, por ahí de 2000 se desarrolló un nuevo algoritmo (procedimiento computacional) que "aprende" a partir de una estructura gramatical básica. Para ver otros chatbots, aquí hay algunos enlaces interesantes, como suele ocurrir, lo mejor está en inglés:


Los chatbots no sólo sirven para jugar. Tienen sus aplicaciones como por ejemplo colocar un chatbot en la página web de una empresa, programado para hablar maravillas de la empresa y de sus productos y servicios, recuerdo que hay algunos sitios con sistemas así, pero hasta donde sé no han tenido mucho éxito. También hay un sistema que simula ser una chica adolescente que se mete a salas de chat para detectar potenciales pedófilos. Parece una buena idea pero no sé si ha funcionado y no tengo la referencia a la mano. El resto de las aplicaciones son para entretenimiento. Hay un chatbot que toma sus respuestas de búsquedas en google con las palabras de la pregunta y luego armaba una respuesta gramaticalmente correcta que solía resultar sorprendente y comúnmente ofensiva. No sé si todavía existe. 

Sólo para reirse un poco de mi friquez, hay unos libros de ciencia ficción que leí por recomendación de un chatbot y uno de ellos está bastante bien (http://es.wikipedia.org/wiki/El_jugador_(Iain_Banks)).

Hay un sitio interesante que permite hablar con Dios, en inglés: http://www.titane.ca/main.html, que es divertido. Hay muchos blogs de internet que publican cosas como "Le pregunté a dios tal o cual cosa y me respondió esto o lo otro".

En realidad no sé bien como esté la tecnología al momento, dado que cambia muy rápido. Hace unos años los chatbots despertaron mi curiosidad y los estuve viendo bastante pero luego me aburrí. Algunos daban respuestas asombrosamente humanas (http://alice.pandorabots.com/) pero claro, tienes un sesgo de prejuicio cuando ya sabes que estás chateando con un software. El verdadero reto sería chatear con alguien sin saber si se trata de un chatbot o de un humano chateador promedio, y tratar de adivinar quien es quien. Este concepto fue propuesto por uno de mis ídolos intelectuales llamado Alan Turing en ¡1950! (http://es.wikipedia.org/wiki/Test_de_Turing) y se conoce como TEST DE TURING, que consiste en poner a prueba a un chatbot contra un humano sin saber quien es quien (usando solo comunicación escrita por computadora). Hasta ahora no ha habido ninguna máquina que supere el test de Turing en forma completamente satisfactoria. No recuerdo si en 2009 ó 2010 se hizo una prueba bastante publicitada de un programa que no logró pasar el test.

Como mis imaginarios lectores se imaginarán, esto da para mucho debate filosófico acerca de conceptos tan básicos y difusos como la inteligencia y la conciencia. Se supone que consideraríamos que una máquina es inteligente cuando supere el test de Turing, pero eso es sólo evaluar la inteligencia a partir del comportamiento (un enfoque operacional), que es más o menos una interpretación literal de lo que dice la biblia en eso de "por sus obras los conocereis", suponemos que si se comporta como un ente inteligente entonces es un ente inteligente, pero ¿De verdad lo es? 

Sobre todo, los humanos somos entes inteligentes y tenemos otras características no directamente evidentes tales como la autoconciencia (percibimos la realidad de nuestra propia existencia), lo que nos obliga a la pregunta ¿Una computadora que pase el test de Turing, al tener inteligencia también tiene autoconciencia? ¿Podría ser lastimada en su orgullo o amar, tener relaciones sentimentales con personas con quienes interactúe o hacerse preguntas existenciales como el niño de la película AI (inteligencia artificial)? Intuitivamente me parece que no, pero no confío mucho en mi intuición.

Habría antes que entender que la idea de que la autoconciencia es una característica que surge del funcionamiento de una máquina (una propiedad emergente) implica un enfoque filosófico materialista. En oposición, los "dualistas" creen que existe algún ente externo a la maquinaria física de nuestro organismo que es el que explica la autoconciencia  y a la que la mayoría de la gente le llama "alma" o "espíritu". Casi todas las religiones postulan un dualismo implícito y casi el 90% de la humanidad sigue alguna religión, así que este es un debate filosófico mas bien pequeño porque se da entre muy pocas personas. Pero no tiene que ser así. Aun si los humanos tuviéramos alma (punto mínimo concedido por mi agnosticismo), eso no implica que no pudiéramos crear máquinas autoconscientes. Ese es el tema de la novela "Pensad en Flebas", la primera de la saga de "La Cultura" del autor de ciencia ficción Iain M. Banks, y está en el transfondo de las sagas cinematográficas de Terminator y Matrix, y la serie literiaria de los robots de Asimov apenas tocada en las películas "El hombre bicentenario" y "Yo Robot".

Hay un enfoque opuesto a la idea de que el comportamiento inteligente implica la existencia de una inteligencia, sino una simulación muy sofisticada, y se conoce como la "habitación china de Searle". (Si te interesa puedes leer sobre eso aquí: http://en.wikipedia.org/wiki/Chinese_room).

No es difícil notar que eso de chatear con una computadora da para temas con muchos pelos. Siempre se puede hacer una prueba de Turing en versión casera: pregúntale a algún chatbot algo que un humano no te contestaría, como por ejemplo "¿Cuál es la raiz cúbica de 28?". Si te responde algo así como "Te recomiendo que te consigas una calculadora", significa que por lo menos está programada para simular inteligencia humana.

Y para empezar con algo sencillo, aquí está el Canon Cangrejo explicado, de la Ofrenda Musical de J.S. Bach:

7 comentarios:

  1. Mi querido Toñejo...

    Me encantó este post... hace mucho que no leía nada relacionado a la inteligencia artificial (que estuvo muy de moda hace años)

    Creo que la tecnología ha avanzado mucho en capacidad de procesamiento y almacenamiento de datos, por lo que la IA debe haber avanzado considerablemente, lo desconozco.

    Yo, más que el alma (si existe o no) creo que lo que nos hace únicos es nuestro temperamento, las experiencias vividas, los estados de ánimo, la gente que nos rodea, hasta cosas tan triviales como la alimentación, el clima, etc... todo eso nos define... no sé si lleguemos a desarrollar un software capaz de simular todo esto y que aprenda a "vivir" como humano... yo sinceramente lo dudo... somos complejísimos... (más las mujeres... jajaja)

    Yo leí Gödel, Escher, Bach: una eterna trenza dorada hace muchos años... tantos que ya se me olvidó por completo, creo que es una buena idea volverlo a leer...

    Un abrazo normalazo (jajajaja)

    ResponderEliminar
  2. W: del tema de la computación tú debes saber mucho más que yo. De alguna manera me imaginé que tú ya habrías leído ese libro. Otro abrazo.

    ResponderEliminar
  3. Un placer leerte después de estos años de privación blogueril que me autoimpuse. Veo que piensas y debates sobre temas que siempre te han interesado. Recuerdo vagamente que tocaste este tema en "Delenda...." pero me da harto gusto ver que lo acutalizas y pones al dia, con lo que se infiere facilmente que tu conciencia sigue buscando materia para evolucionar.
    Entraré de nuevo, en cuanto tenga tiempo y ánimo para tratar de conectarme y comentar sobre el tema puntual de conciencia e inteligencia con algunas ideas básicamente freudianas sobre ello.
    Abrazo renovado

    ResponderEliminar
  4. Antonio,

    que padre idea, la de usar la inteligencia para explorar la inteligencia!!!

    ResponderEliminar
  5. Antonio,

    por qué la mayoría de los chatbots tienen a figuras femeninas (Chloe, Anna & Co)como interlocutores? Eso me recuerda a Dieter Bohlen, una estrellita del espectáculo alemán con fama de macho, quien gusta decir "de la única mujer que sigo órdenes, es la voz femenina del navegador gps de mi auto"...

    ResponderEliminar
  6. Don Beto: El punto de vista freudiano es indispensable en este tema, sobre todo porque entre los zombis difícilmente se encuentra. Bienvenido Freud, pero más bienvenido tú camarada.

    Concepción: Veo que ya empezaste a leerlo. Lo de las figuras femeninas me recuerda la voz de la computadora de la nave de improbabilidad infinita. No sé por que se usen figuras femeninas para los chatbots. Tal vez Freud nos pueda decir algo.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  7. Empecé a leer tus links! Mi libro "Gödel, Escher, Bach" está en casa y yo en el autoexilio, tendré que esperar unos meses todavía para recuperarlo.

    Mientras tanto, voy a estar atenta a los comentarios de Freud!

    ResponderEliminar